jueves, 19 de septiembre de 2013

ACEPTACIÓN


 
 ACEPTACIÓN:
 
Ser el padre de un niño con discapacidad no es muy diferente de ser el padre de un niño “normal”, esa fue mi conclusión a los dos o tres meses de enterarme de que mi hijo tenía AUTISMO. Durante esos dos largos y eternos dos tres  meses  de duelo reflexioné y me dije: MI HIJO NO HA CAMBIADO y ya por fin podré ayudarlo. Lo primero que buscas es asesoramiento e información y una asociación en la cual pueda recibir el tratamiento adecuado y seguidamente  después de empezar a formarte de cómo llevar la estructuración adecuada y ayuda visual para tu hijo empezar a trabajar conjuntamente con el .No podemos permitirnos como padres que el duelo se alargue, ellos necesitan ayuda para conectar con el mundo. En mi caso el periodo de adaptación fue bastante rápido hasta yo misma me sorprendí. Me puse las pilas y nos pusimos conjuntamente y en paralelo también a trabajar lo que veía que mi hijo le hacia falta ya que a nivel escolar no tenia el apoyo, encima en el colegio me decían “Usted no es ni el maestro ni el terapeuta de su hijo”….claro que nó, pensaba, pero tendré  que suplir el trabajo que usted no esta haciendo. Esa dinámica de trabajo como tuve que estar en el colegio ese hasta los 8 años aun a día de hoy la sigo llevando pero muchísimo mas tranquilamente, puesto que mi hijo ya tiene el apoyo que debiera haber tenido desde un principio por fin.

Todas las personas somos individuos diferentes en sexo, en capacidades, en ritmos vitales y de aprendizaje. En gustos y aficiones, en orígenes... ésta es la realidad diversa en la que vivimos y en la que viven y vivirán nuestros hijos

Si somos capaces de ver esta diversidad en positivo, afrontaremos más fácilmente las dificultades de encaje, que es normal que se den y será una fuente de enriquecimiento para todos. Aprenderemos en el día a día y nos formaremos para que nuestros hijos no se sientan frustrados.

Con mucho trabajo y dependiendo del niño pueden ir aminorando e incluso desapareciendo algunas cosas e ir a su vez en aumento la comunicación. Al igual que las personas sin discapacidad :NI TODOS SOMOS IGUALES , NI TODOS TENEMOS LOS MISMOS PATRONES DE CONDUCTA.

 
Lo único que no podemos pretender como padres es sumirnos en una depresión eterna en la cual estamos destrozando el futuro de nuestro hijo. Un circulo vicioso que no nos lleva a ningún camino y encima cada día perdemos un poquito mas de nuestro hijo. Cuando nacen tienes unas expectativas para ellos que después se te vienen abajo pero durante ese tiempo de duelo.

Si no trabajamos conjuntamente para mejorar la autonomía de nuestros hijos su único destino será una residencia y no serán felices por que no se les habrá dado la oportunidad de avanzar porque hemos estado inmersos en nuestros problemas y no hemos mirado realmente lo que ellos necesitaban. Todos necesitamos realizarnos como personas.

 
Yo no me hubiera permitido y no hubiera podido vivir tranquila sabiendo que tengo un hijo con discapacidad y no he sido capaz como madre de poderlo  ayudar, me hubiera hundido.

Si no somos lo suficientemente fuertes debemos de buscar ayuda pero no permitir NUNCA que nuestros hijos no puedan avanzar porque se encuentran solos ,aislados y no solo por ese diagnostico llamado ”AUTISMO”, sino porque no tiene el apoyo más importante que un individuo pueda tener “LA FAMILIA”.